Abierto todo el año pero depende de las previsiones climáticas




La vegetación del parque es típica de los bosques subantárticos y se caracteriza por su alta resistencia a la humedad y al frío.
En las zonas más bajas predominan los bosques siempreverdes compuestos por coigüe de Magallanes (Nothofagus betuloides), canelo (Drimys winteri) y lenga (Nothofagus pumilio).
A medida que aumenta la altitud o se acercan los campos de hielo, el paisaje se transforma en matorrales bajos, turberas y áreas de vegetación cushion.
Son frecuentes las especies adaptadas a suelos ácidos y encharcados, como el musgo Sphagnum, los líquenes y diversas hepáticas.
El sotobosque incluye arbustos como el calafate (Berberis microphylla), notro (Embothrium coccineum) y chaura (Gaultheria mucronata), cuyos frutos silvestres son alimento para la fauna local.
El Parque Nacional Bernardo O’Higgins alberga una biodiversidad única, adaptada a las condiciones extremas del sur de Chile.
Entre los mamíferos, destacan el huemul (Hippocamelus bisulcus), especie endémica y en peligro de extinción, que encuentra refugio en las zonas boscosas del parque.
También se pueden observar pumas, zorros culpeo y chilla, además de colonias de lobos marinos comunes y elefantes marinos en las costas y fiordos.
En cuanto a aves, el parque es hábitat de especies emblemáticas como el cóndor andino, el carpintero negro, el águila mora y el caiquén. Los canales y aguas costeras son frecuentados por cormoranes, albatros, petreles y pingüinos de Magallanes.
En ciertas épocas del año, es posible observar cetáceos como orcas, delfines australes y ballenas jorobadas, especialmente en los fiordos abiertos hacia el Pacífico.